Habia una vez un niño llamado Andrès que tenia en su cuaderno el cuento de un fastama, un dìa en medio de la noche paseando por la oscuridad vio un carro, el se asusto y se fue a su casa, cuando los carros llegaron vio a una muchacha que estaba perdida; la muchaha toco la puerta y Andrès pregunto: ¿Quièn es? y ella respondio: me llamo Marìa, estoy perdida no se donde esta mi casa de campo, entonces Andrès abrio la puerta y le dijo: pasa aqui estaras màs segura. Marìa entro y se quedo en su casa, pero dentro de la casa de Andrès las cosas no estaban muy bien, habìa algo que estaba mal; era un fantasma. Marìa se asusto mucho y comenzò a llorar del miedo y Andrès viendo el desespero de Marìa llamo a su tio para que los vinieran a buscar y asi poder llevar a Marìa a su casa. Mientras que el tio de Andrès llegaba, el fantasma seguia asustandolos, le decia cosas muy feas, y Andrès lo unico que hacìa era abrazar a Marìa; al rato llego el tio de Andrès y les pregunto por que estaban tan asustados y escondidos, y entonces Andrès le dijo: Tio hay un fantasma en la casa; su tio les dijo: eso no puede ser cierto eso es solo producto de su imaginaciòn; Andrès le dijo a su tio que lo acompañara a ver el fantasma; cuando llegaron al cuarto el tio de Andrès prendio la luz y le dijo solo es una sabana Andrès no hay mas nadie aqui, las voces que escucharon son producto de tu imaginaciòn. El tio de Andrès llevo a Marìa a su casa y le dijo a sus padres que ella habia estado bien, que se encontraban en la casa de Andrès y que como estaban solos pensaron que habìa un fantasma en la casa, pero que habìa sido un mal entendido, solamente era una sabana mal puesta que en la oscuridad parecia ser una persona. Los padres de Marìa se sientieron aliviados y le dieron las gracias a Andrès por haberla cuidado, Marìa y Andrès no volvieron a verse, pero siempre recuerdan ese momento tan feo de sus vidas.
FIN
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